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SIEMPRE ES NAVIDAD EN KIMBERLY CLARCK WEYMOUNTH

¿Eres de las que estira el momento de recoger los adornos navideños y los pones nada más que ves el catálogo de juguetes de El Corte Inglés?

¿Te pasas el año planificando los menús navideños? ¿Te compras cada año un christmas ugly sweater a juego con tu familia?

Si has respondido al menos a una de estas preguntas afirmativamente, debes leer La Señora Potter no es exactamente Santa Claus de Laura Fernández, y además de estos motivos, hay muchos más.

No recuerdo exactamente cuándo empecé a ver el libro de Laura Fernández por todas partes, abría una revista, ahí estaba, abría redes, ahí aparecía, además de llamarme la atención su atractivo título, me perdí totalmente en su portada, esa pintura de W.Harold Hancock, que sin ser yo nada amante del invierno, el frio y la nieve ni la navidad especialmente, hizo que en cambio tuviera esa sensación de cabaña-hogar al mirarla y querer más.  

Sí que sé cuándo me dije que iba a leerlo, y fue al escuchar su entrevista en el Ojo Crítico de RNE del 1 de diciembre, le di a seguir en twitter y ella me empezó a seguir, y ya casi la considero “amiga de redes” 🙂

Fui a verla al Sant Jordi de Nadal que se organizó en Barcelona en el mes de Diciembre, y ya ahí sí que tuve flechazo lector con ella.

No os hacéis a la idea del buen rollo y buenas vibraciones que Laura transmite, se nota que es una buena persona, llena de humildad, pero de la de verdad, no la impostada. Con una sonrisa inmensa y un abrazo me recibió en el stand, estuvimos hablando un largo rato de mil cosas y me dedicó mi ejemplar que podéis ver aquí y apreciar su bonita caligrafía:

Mi ejemplar dedicado por Laura.

Lo primero que os diré a los que vayáis a leer “La Señora Potter no es exactamente Santa Claus” que no habréis leído un libro igual, no se parece a nada de lo que hayáis podido leer hasta el momento, o al menos eso es lo que a mí me ha pasado, quizás me cuesta un montón resumir mi lectura, y me da cierta vergüenza porque estoy convencida que Laura me va a leer y me gustaría poder expresar lo mucho que me ha gustado para que muchos lo leáis también.

No me he dedicado a contabilizar cuántos personajes tiene el libro, pero quizás son 50 o 60, y todos con nombres trabajados y no elegidos al azar tal como: Stumpy MacPhail, Myrna Burnside, Francis Violet McKisko, Becky Ann Benson, Madeline Frances…  vi por twitter personas que hasta se han hecho una guía de lugares y personajes, y quizás es lo que debería haber hecho porque han sido muchas las veces que he tenido que hacer memoria e ir hacia adelante y hacia atrás para ubicarme.

La Señora Potter no es exactamente Santa Claus nos cuenta las vivencias de los habitantes de “la nevadísima y neurótica Kimberly Clarck Weymouth”, un lugar en el que la escritora de cuentos infantiles Louise Cassidy Feldman se inspiró para escribir La Señora Potter, y cómo a raíz de ese cuento el pueblo pasa a vivir de y por la escritora, pero a su vez, ella reniega del lugar y los mismos lugareños tienen una relación amor-odio para con la escritora y lo que ha implicado para ellos ese libro, digamos que es la historia de un libro, dentro de otro libro.

Las historias de los habitantes de Kimberly Clarck se entrelazan unas con otras, y todos están conectados, pero el suceso que marca un antes y un después en todos es pensar en la marcha del pueblo de Bill Peltzer, que ha heredado la tienda de souvenirs dedicada a La Señora Potter a la que acuden miles de turistas al año para hacerse con todo tipo de gadgets de ese libro y que a la vez, reporta ganancias a otros negocios del pueblo.

A raíz de este hecho, aparecen nuevos personajes y se dan situaciones desternillantes, los habitantes de Kimberly se vuelven prácticamente todos en una especie de detectives e investigadores de cada paso que da cualquiera de sus habitantes.

La Señora Potter es un libro muy divertido a la vez que profundo, ya que trata de lo que puede llegar a marcar tu vida el lugar de dónde eres, y sobre todo, la familia de la cual formas parte, se trata la maternidad, la ausencia de figura materna en la vida del protagonista, Bill y las profundas heridas que esto le ha dejado.

Esa maternidad que se plasma, es una manera de ver la maternidad extendida y con la que nos podemos sentir identificadas muchas madres, con ese sentimiento de querer a nuestros hijos pero a la vez muchas veces no poder más con la rutina o con lo implica ser madre.

Es un libro divertidísimo, y muy tierno en el que Laura da buena cuenta de su imaginación ilimitada al crear personajes principales y secundarios variopintos y neuróticos que provocan situaciones muy locas.

Si os apetece conocer más a Laura, además de leerla os diría que sin falta escuchéis el Reinas del Grito en el que Desirée de Fez la entrevista, porque así la podréis conocer mucho mejor, sus gustos, aficiones, su manera de ver la maternidad, cómo llegó a ser una gran lectora para después ser una gran escritora, etc  merece la pena totalmente escucharla.

Creo que este libro de Laura va a ser, o mejor dicho, ya está siendo un éxito literario, va por su quinta edición ahora mismo, le han dado el Premio El Ojo Crítico de Narrativa 2021, y estoy segura que cosechará muchos más galardones, mira tú  Laura, que no va a ser tan malo haber sacado el libro a finales de año, estoy segura J

Como todas mis lecturas, también ha tenido Banda Sonora, y sabía que sería un villancico, pero no una normal y al uso, mi Banda Sonora ha sido Christmas Treat de Julian Casablancas, los que me conocéis sabéis que me quedé ahí, en el 2001 y sí, soy de las que sigue pensando que The Strokes y su líder son la gran última banda de rock que hemos tenido desde entonces, así que aquí va:

Leed a Laura, seguidla porque como escritora, La Señora Potter no es Exactamente Santa Claus va a marcar un punto de inflexión en su carrera, y yo que me alegro infinito por ella.

La Señora Potter No Es Exactamente Santa Claus

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