Si has visto mil veces E.T o Los Cazafantasmas o cualquier otra película de esa época, si los looks ochenteros al más puro estilo Molly Ringwald te encantaban, si hiciste el baile de Dirty Dancing en fin de curso, si descubriste lo que era un orgasmo al ver “Cuando Harry encontró a Sally”, si todo esto te fascina, pero nunca te has parado a pensar en el trasfondo que tiene, debes leer The Time of My Life, porque sí amiga, esa época fue una de las más feministas filmográficamente hablando, y en este libro Hadley Freeman hace un sesudo análisis.
Mi última lectura del año ha sido The Time of My Life, de Hadley Freeman, un ensayo sobre cómo el cine de los 80’s nos enseñó a ser feministas con mensajes subliminales y otros muy claros, tal y como se plasma en la portada de esta edición de Blackie Books.
Sólo leyendo su portada hace que quieras comprarlo, tenía muchas ganas de hincarle el diente y fue una de mis compras en la Feria del Libro de Madrid de este año.
Podría parecer a primera vista que es un ensayo ligero, pero no es así, necesitas tiempo para leerlo bien, porque ofrece muchísima información y miles de referencias de películas, directores, guionistas, medios, etc para llegar a la conclusión que el cine de los 80’s hacía apología total del feminismo, cosa que ahora, no ocurre.
Yo he tardado casi 1 mes en leerlo, porque lo iba saboreando de “a poquitos”, y me ha gustado mucho, probablemente en algún momento cuando hable con alguien sobre películas de esa época o vea alguna lo cogeré de mi biblioteca para recordar detalles que pueden pasar desapercibidos y que Freeman analiza.
Se me hace complicado hacer una reseña sintetizando un poco todo lo que he leído, precisamente por esto, por la cantidad de detalles que se ofrecen para demostrar que hace 40 años, existían muchos directores de cine como John Hughes o la venerada guionista y también directora, Nora Ephron, que ofrecieron en el panorama cinematográfico papeles interesantes a las mujeres poniéndolas en valor, y a su vez cargando de valores morales-sociales a sus proyectos.
Freeman analiza películas como Dirty Dancing, quizás la pionera en mostrar el aborto como algo natural, La princesa prometida mostrando una visión del amor diferente, La chica de Rosa (OMG!!) y cómo una chica “distinta” podía ser protagonista de un film, o dos de mis películas preferidas de toda la vida Cuando Harry encontró a Sally y Magnolias de Acero.
En el ensayo se analizan muchas más, y hay otras que no y son de mis preferidas de la época, la lista podría ser infinita, pero algunas son Este muerto está muy vivo, que siempre hace que me muera de la risa, o Baby, tú vales mucho, que me engancha a la pantalla siempre que la veo, o Armas de Mujer, pero lo mío con Sigourney da para aun post entero…
Lo que más me ha llamado la atención de todo lo que he leído y que podría servir de resumen es darme cuenta que paradójicamente en los 80’s las mujeres en el mundo del cine tenían una mejor posición que en la actualidad, que en ese momento la belleza era algo anexo en muchas ocasiones, que existían sororidad en las películas entre las protagonistas, que las mujeres eran sexualmente abiertas y capaces de todo sin atisbo de machismo y que esto se llevaba a la pantalla para adoctrinar positivamente a la sociedad.
Otra curiosidad que me ha encantado es saber que a Hadley Freeman le encanta Bill Murray, algo que comparto fuertemente con ella desde la primera vez que vi Cazafantasmas, película que sí que analiza en el ensayo y quizás, mi preferida de los 80.
Aprovecho para recomendaros un libro maravilloso sobre Mi Bill, también editado por Blackie Books Cómo ser Bill Murray y que hará que os enamoréis más si cabe de este genial actor y persona.
Quiero dejaros aquí también unas declaraciones de Tim Burton que aparecen en el capítulo que la escritora dedica a Batman, pero en el que analiza todas las películas del director, y me llamó la atención que Hadley llega a una conclusión a la que llegué hace mucho tiempo también, y es que Burton plasma su biografía, sobre todo niñez, en cada una de sus películas.
Esto que él dice conectó totalmente conmigo, hay cosas que cuando crees que las tienes olvidadas, vuelven a tu vida una y otra vez, yo les llamo “conflictos sin resolver” y me pareció precioso la manera de expresarlo.
Mi Banda Sonora para esta lectura ha sido la de la película Armas de Mujer que como decía, Freeman no analiza, o bien la pone como ejemplo para hablar sobre la “mala competitividad entre mujeres” del cine de la época, la canción es Let the River Run, de la cantautora americana Carly Simon.
No lo puedo evitar, es escuchar esta canción y me voy a ese momento estéticamente, esa época en la que nací y que después de leer este ensayo, hace que me sienta feliz de pertenecer a una generación feminista, seguramente por eso me siento tan orgullosa de ser mujer, amo a las mujeres y llevo el feminismo por bandera allá donde voy.
Esta vez os dejo el video porque es MA-RA-VI-LLO-SO y estéticamente BRU-TAL.
Da igual a la generación que pertenezcáis, necesitamos más ensayos tan entusiastas y positivos como este, así que por supuesto, os lo recomiendo.
Y hasta aquí mis reseñas del 2021, nos vemos en 2022 con nuevas lecturas queridas.
2 Comentarios
maría
18 de marzo de 2022 en 20:53Qué esmalte maravilla es ese azulado? He llegado aquí por la reseña y no puedo evitar preguntarte por ese color precioso
Jemima
21 de marzo de 2022 en 09:00jjajaja, muchas gracias, la verdad que es un verde botella con purpurina pre-cio-co, no tengo ni idea de la marca ni nada porque es manicura semipermanente y me la hago en un centro pero preguntaré la próxima vez que vaya, un abrazo y gracias por leerme.