«Llevo mi pecho tatuado…»
«Ojos verdes, verdes como la albahaca…»
«Como una ola, tu amor llegó a mi vida, como una ola de fuerza desmedida…»
«Yo no maldigo mi suerte, porque minero nací, y aunque me ronde la muerte, no tengo miedo a morir…»
A que ¿sabríais continuar cantando cualquiera de estas coplas o al menos tararearlas? Si este género os gusta o interesa, la dibujante de cómics e ilustradora Carla Berrocal, acá @pintamonas nos acerca de una manera entretenida y amena a este universo con el cómic biográfico: “Doña Concha: la rosa y la espina”.
Me da un poco de vergüenza opinar sobre la obra de Carla, que ha sido mi primera lectura del 2022, porque no tengo ni idea del mundo del cómic, y aunque me encanta el flamenco y la copla, no tengo ni idea de lo que es bueno y qué no, a pesar de haber sido banda sonora de mi infancia.
Empecé a seguir a Carla Berrocal en Twitter a raíz del documental «Que sirva de ejemplo» que aún creo que podéis ver en Filmin, y en el que Carla junto a otras personas vinculadas a la cultura participa, su intervención me encantó y así empecé a seguirla.
Al cabo de unos meses salió “Doña Concha: la rosa y la espina” editado por Reservoir Books, un día en una librería, estuve ojeándolo y sus ilustraciones me fascinaron, ya sólo me bastó escuchar una entrevista suya en el Ojo Crítico para saber que quería hacerme con él.
Me atrajo el entusiasmo con el que explicaba curiosidades de la copla y de Concha Piquer, cómo había llegado a realizar esta obra, etc.
Como la inmensa mayoría de la población de este país, escucharla me transportó a mi infancia, a cuando mi abuela materna, gaditana, escuchaba sin parar a cupletistas patrias como Estrellita Castro, Juanita Reina, Juanito Valderrama y Dolores Abril, Carlos Cano o Antonio Molina, artistas que le encantaban a mi padre también.
Este libro es una biografía ilustrada sobre la figura de Concha Piquer en el que aprendes de copla y de esta artista, el porqué del triunfo de este género en una época concreta de la historia de España y el cómo realmente este género era un cante reivindicativo de una clase social determinada.
Doña Concha, todo entero, es como contemplar una obra de arte.
Por cuestiones de la vida y el trabajo he estado vinculada a algunas artistas plásticas, y sin ser yo una experta para nada, las ilustraciones de Carla en Doña Concha, para mí, están llenas de sentimientos, de vida, hablan por sí solas, plasma esa solemnidad y porte que Concha Piquer tenía, de mujer fuerte e independiente, siendo pionera en muchas facetas de su vida privada y laboral.
Las partes del libro que más me han gustado son las aportaciones de Lidia Garcia, investigadora sobre este género creadora del conocido podcast ¡Ay Campaneras! y este mes lanza un libro con el mismo título, que sé que lo voy a leer también, porque me parece que a nivel histórico-sociológico-patrio lo que contará me va a interesar mucho.
También me ha parecido maravillosa la intervención de la catedrática y escritora Stephanie Sieburth, de la que no tenía ni idea pero que tiene un libro sobre Concha y ha realizado estudios acerca de la copla y el trasfondo de la misma.
Stephanie conversa en el libro con Carla sobre algo que me pareció interesante, como algunas coplas de Doña Concha permiten expresar las distintas fases del duelo, del tipo que sea, como muestran las coplas Ojos Verdes, Tatuaje y Romance de la Otra.
Si te fijas en la letra de cada una de ellas es así, os dejo aquí una imagen de esta parte:
No me voy a extender más, así que después de leerlo en 1 día, tengo claras 2 cosas:
1. Quiero leer más libros ilustrados por artistas como Carla.
2. Quiero saber más de la copla.
Ya os he dicho, no tengo mucha idea de copla, pero obviamente la canción que resonaba en mi cabeza al leerlo era Tatuaje, así que dadle volumen y cantad, porque no creo que nadie pueda escuchar una canción como esta sin al menos tararearla.
Gracias Carla por haberme adentrado en el universo de la copla y el cómic, me ha encantado y prometo ilustrarme más en ambas materias ❤
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