Desde finales de Junio he tenido un parón total con el blog y prácticamente con mi lectura, no un parón elegido, pero sí un parón necesario.
A penas he hecho nada más que no haya sido trabajar muchísimas horas desde esa fecha y eso ha hecho imposible que pudiera compaginarlo con mis rutinas de lectura, ya que prácticamente todas las horas que he tenido disponibles las utilizaba para dormir o descansar y estar con mi familia.
Eso no quita que me haya sentido en muchos momentos que estaba fallando a lo que es algo prioritario en mi día a día, pero en esta vida a veces hay que elegir y no podemos llevar a cabo todo lo que nos gusta o nos es necesario teniendo que priorizar lo primero, en mi caso familia y descanso.
De nuevo parece que mi vida toma rutina y ya llevo unos cuantos días leyendo, es más, algo he leído en todo este tiempo y tengo reseñas pendientes con las que voy a ponerme manos a la obra estos días.
Mi blog cumplió un añito hace poco más de una semana y es algo que me llena y me aporta a mi día a día, independientemente de si me leen o no, así que I’m back!
Por supuesto, este post tiene también BS, y es Pausa de Izal.