Arrancas un libro que sabes que te va a costar, lo tienes clarinete, no es un libro que has elegido, es un libro que te han regalado, pero todo y sabiendo que no te va a gustar decides darle la oportunidad y ahora que está la película en cartelera crees que es el mejor momento.
Pues eso es lo que me ha pasado con Los Renglones Torcidos de Dios, un libro que jamás debería haber leído.